Ia Orana 
Hola! = En Tahiti


Introducción:
Es un sistema operativo basado en el núcleo Linux. Fue diseñado principalmente para dispositivos móviles con pantalla táctil, como teléfonos inteligentes o tablets; y también para relojes inteligentes, televisores y automóviles. Inicialmente fue desarrollado por Android Inc., empresa que Google respaldó económicamente y más tarde, en 2005, compró. Android fue presentado en 2007 junto la fundación del Open Handset Alliance (un consorcio de compañías de hardware, software y telecomunicaciones) para avanzar en los estándares abiertos de los dispositivos móviles. El primer móvil con el sistema operativo Android fue el HTC Dream y se vendió en octubre de 2008.

Listado de Versiones:


Hola!


Álbum: Gaia III: Atlantia
Año: 2010
Artista: Mago De Oz


Ella es la amante que vive de mis miedos,
es la princesa de mi oscuridad,
elige los trajes que ondeas de tus deseos,
y se disfraza de calma y paz.

Si he de caer sera sin ti, quiero atreverme a vivir,
si he de luchar sera por mi, eh aprendido a sufrir.

Ella es la dama que sacia mis demonios
a cambio de jurarle mi lealtad,
ella es la amante que siempre llega tarde
es el fracaso de mi divinidad.

Si he de caer sera sin ti quiero atreverme a vivir,
si he de luchar sera por mi he aprendido a sufrir.
y en sus labios duerme mi libertad...

Si he de caer sera sin ti quiero atreverme a vivir,
si he de luchar sera por mi he aprendido a sufrir.

Si he de caer sera sin ti quiero atreverme a vivir,
si he de luchar sera por mi he aprendido a sufrir
he aprendido a sufrir.

Y a tentar los fantasmas que viven en mi
y entre el odio se aleja tu amor y tu no estas alli.

Fuente:
Hola!


Álbum: Vida
Año: 2010
Artista: Canserbero
Cuídese de la envidia mijo 
mirándome a los ojos mi vieja
 
descanse en paz ya, una vez me dijo
 
ella razón tenía en advertirme
 
que esta vida puerca
 
no cría cuervos
 
o arrancaran tus ojos de sus cuencas.
 

Me he dado cuenta que la verdad es tan relativa
 
y la realidad es tanta mentira.
 
Perros tratando de invadir mi propiedad
 
privada mientras dormía
 
buscando robar mis hembras, mis reales, mi comida
 

Maldito sea el hombre que confía en otro hombre
 
gran verdad en esa frase se esconde
 
me siento como un loco al tratar de confiar yo todavía
 
en alguien en el planeta de la hipocresía
 
válgame, soy un iluso tan bravo
 
que me le aflojaría en la pose natural
 
que en contra de mi denuncio
 

Mundo sucio donde todos piensan
 
solo en ellos mismos
 
malditos mil veces
 
títeres del egoísmo
 

Esta es pa ti
 
pa ti tu que me traicionaste
 
a mí me das la mano con tu cara de yo no fui
 
y yo inocente te la di porque todavía no sabía
 
que tu risita venía con la fecha ya vencida
 

Esta canción no es para nadie
 
que no tenga ganas de matar a alguien
 
por falso y coño de su madre.
 

Otra mano con puñal
 
en mi dorsal mano de un tal
 
tarnel hermano que mi mano
 
solía estrechar.
 

El más traidor puede que lo tengas de frente
 
bebiendo tu fría o compartiendo tu cena caliente
 
ojala se ahoguen los que siempre mienten
 
y una vez en el infierno
 
que se quemen para siempre.
 

Nunca habías pensado que tu socio
 
puede ser un sucio que por un negocio
 
te puede dar chuzo.
 

Mi brazo me dice que el amor me llevara lejos
 
pero el odio me enseñó a ser un lince y no un pendejo.
 

Con los dedos de una mano
 
eran golpeados
 
los que esa misma mano
 
por ellos metía al fuego.
 

Ahora por un samur
 
en un traje de cordero
 
canserbero está pensando
 
en tener que volarse un dedo
 

Por eso ya no creo ni en mi almohada
 
ni en mi sombra ósea en nada
 
ni siquiera creo en mi viejo
 
si algún día te digo que te creo
 
no me creas que te creo porque ya
 
no creo ni en mi reflejo.
 

Si buscas una mano amigo
 
empieza por tu brazo
 
eso lo supe a punta de coñazos.
 
Ojala mi vida sea larga
 
para ver cuando la tuya fracase
 
y pisar tu mano
 
cuando me pidas que te alce mi parce.
 

Soy simplemente inexpresivo
 
cuando escribo
 
ya casi no bebo ron
 
sino vino
 
y de corazón digo
 
que la sucia venganza mata
 
el alma y la envenena
 
pero cuando de traición
 
se trata, Si! vale la pena
 

La palabra vale
 
la trampa sale
 
los varoncitos se ven a los ojos
 
para decir verdades.
 
Debes ...........
 
Cuando pierdas batalla
 
que siembra en la guerra
 
y si alguna te falla
 
cámbiala por perra.
 

Pon de mierda la sangre
 
de piedra el corazón
 
Sube el volumen y
 
repita esta oración
 
maldito sea el hombre que
 
confía en otro hombre
 
los que traicionaron
 
recuerda sus caras
 
y sus nombres
 

Solo hay una cosa
 
en ti que admiro
 
y es que como siendo
 
tan dos caras
 
puedes todavía dormir tranquilo.
 

Por mi parte, bien, yo sonrío
 
pero por mi madre
 
que no es bueno tener al
 
Canserbero de enemigo.
 
El barrio no paso en vano
 
como Willie Colon en el profundo
 
de mi corazón, soy malo.
 

Estos malditos
 
cagapalos piensan que
 
yo no estoy claro
 
que no son un puño de madres
 
mis hermanos
 

Yo soy la vida y la muerte
 
y no creo en nada, ni en leyendas vivas
 
ni en leyendas muertas ni resucitadas
 
Yo soy real como Bolivar y su espada
 
dándole puñaladas a los hipócritas
 
por su fachada.
 

Me sabe a mierda cultura,
 
puta difama, esta canción
 
no es pa que pegue
 
ya tiene verdad pegada.
 

Vivir el trauma cuando no tengas panas
 
notes que las que te dicen que te aman
 
me miran con cara.
 

Me sabe a culo de flow
 
..... Family
 
dale, yo soy ......
 
y yo me se mis rimas
 
aunque no sean reales
 
Dios quiera y no te encuentre
 
en el González afuera
 
y te invite a una cancha
 
hasta que alguno de los dos se muera
 

Un coño e madre, caballero, regla
 
si puedo te apuñalo hasta con el lápiz
 
que use pal tema
 
Farsanteeee!!
 
Hay más que moca donde te cagaste
 
o mal olor donde measte
 
sin metáforas, bastantes.
 

Una mano te corto la otra
 
como dijo tempo, y las acciones
 
no se las lleva el viento
 
que te perdone Cristo si existe
 
porque si por mi puedo cantar
 
esto mientras mi auto tumba encripte
 

Que suba las manos el
 
que no crea en nadie
 
y si nadie las sube
 
las subo yo.
 

Ojala te mueras antiguo compadre
 
y nos veamos en el infierno
 
pa volvete a matar yo.
 

Dios no puede duplicarme lo que
 
pienso cuando te observo
 
porque más de una vez
 
no puedo entrar al infierno.
 

No me digas catiro
 
que para ti Soy Canserbero.
 

heey you
 -
you
 

Deja de llorar maldita puta
 
que yo no he botado lagrimas



Hola!


Cartel en rechazo a la Reforma a la Educación Superior en Colombia.
La movilización estudiantil de 2011 en Colombia consistió en una serie de manifestaciones adelantadas por estudiantes, algunos docentes, trabajadores universitarios y sindicatos, principalmente desde el 12 de octubre, en todo el territorio colombiano como protesta por el Proyecto de Reforma a la Educación Superior presentado por el Gobierno Nacional al Congreso de la República en octubre de 2011. 

Causas Y Antecedentes
  • Propuesta de reforma a la educación superior
El proyecto de reforma a la educación superior presentado por el gobierno de Juan Manuel Santos y su Ministra de Educación María Fernanda Campo buscaba modificar la Ley 30 de 1992, que reglamenta la educación superior en Colombia. El proyecto fue presentado por primera vez ante los rectores de algunas universidades el 10 de marzo de 2011 y en los meses posteriores se realizó su socialización con la comunidad universitaría. La propuesta incluia varios puntos que no cayeron bien en el gremio educativo que alegaba que la reforma no garantizaba el derecho a la educación, puesto que no brindaba a las universidades los recursos necesarios para su funcionamiento.
  • Universidades con ánimo de lucro
La cifra de bachilleres que se graduaron entre 2001 y 2010 en Colombia y que no pudieron ingresar a la educación superior es de tres millones seiscientos mil (3.600.000). Para solucionar este problema, la propuesta de reforma contemplaba la creación de Instituciones de Educación Superior con ánimo de lucro. Este punto de la propuesta fue el que más malestar produjo en la comunidad universitaria, que argumentó que en otros países donde se ha implantado este modelo, como Brasil, si bien se ha ampliado la cobertura, el efecto colateral ha sido una disminución grave en la calidad de las instituciones. 

Ante la propuesta de universidades con ánimo de lucro el movimiento estudiantil inició la organización de múltiples manifestaciones en el territorio nacional, entre ellas la multitudinaria marcha del 7 de abril. Estas primeras movilizaciones llevaron a que el 23 de agosto el Gobierno desistiera de su interés de crear universidades con ánimo de lucro, sin embargo la propuesta de reforma seguió provocando el rechazo de la comunidad universitaria.
  • Créditos educativos
El proyecto de Ley contemplaba una mayor inversión en créditos para educación superior, a través del Instituto Colombiano de Crédito y Estudios Técnicos en el Exterior (ICETEX), los cuales serían pagados por los beneficiarios una vez terminen sus estudios e ingresen al mercado laboral, con la posibilidad de condonación de la deuda por excelentes resultados académicos.

Este punto de la propuesta fue criticado por la comunidad universitaría por considerar que iba en detrimento de la educación pública y favorecia únicamente a las universidades privadas que son las que acogen a los estudiantes con créditos. Además la reforma permitía el cobro coactivo para garantizar el pago de las deudas adquiridas por los estudiantes.
  • Otros puntos cuestionados
El proyecto de reforma a la educación superior también buscaba:

· Establecer una autonomía económica para las universidades públicas, mientras la autonomía universitaria seguría siendo vulnerada dada la composición de los Consejos Superiores Universitarios, en los que tendrían mayor presencia agentes externos a las universidades. 

· Establecer la misma legislación para Universidades e Instituciones de Educación Superior que pueden ofrecer carreras y cursos de manera flexible sin importar su denominación.

· Posibilitar la declaración de Insolvencia Empresarial en las Instituciones Estatales y Privadas.

· Establecer la racionalización y optimización de recursos humanos, físicos, técnicos y financieros como objetivo principal en las Universidades Estatales.

· Aplicar régimen de Institución de naturaleza privada a Instituciones de Educación Superior Mixtas.

· Permitir la vinculación de docentes contratados por horas.

· Permitir que el gobierno destine recursos públicos a Instituciones de Educación Superior Privadas.

· Imponer sanciones de todo tipo (desde amonestaciones hasta suspensiones y cancelación) y bajo diferentes conceptos a Instituciones de Educación Superior.

· Diversificar los fondos de que deben disponer las Instituciones de Educación Superior Estatales, obligándolas a competir por recursos públicos y a su autosostenimiento por ventas de servicios y aumentos de matrículas.

· Establecer plazos para mejoramiento de calidad y servicios en las Instituciones de Educación Superior para confirmar o degradar su nominación.

· Aumentar la cobertura de cupos en Instituciones de Educación Superior Públicas y Privadas.

· Limitar los recursos destinados a las Instituciones de Educación Superior Estatales de manera temporal, teniendo en cuenta el aumento del PIB. y los resultados obtenidos.

Marcha Del 7 De Abril

Estudiantes en la marcha del 7 de abril

El 7 de abril de 2011 se llevó a cabo en el país la primera gran protesta de sindicatos, maestros y estudiantes, durante el gobierno de Juan Manuel Santos; en ella se exigieron mejoras en las condiciones salariales de docentes, pensionados y empleados; mejoras en derechos laborales y sindicales, y se rechazó la reforma a la educación superior presentada por el Gobierno, el Plan Nacional de Desarrollo 2010 - 2014, la privatización de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), la Ley del Primer Empleo, la sostenibilidad fiscal, la Ley 100 de 1993 y los Tratados de Libre Comercio

Las marchas se desarrollaron en gran parte del territorio nacional y en ellas participaron más de cien organizaciones: todas la universidades públicas, algunas universidades privadas, algunos colegios públicos y privados, la Organización Colombiana de Estudiantes (OCE), laFederación de Estudiantes Universitarios (FEU), la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU), Proceso Nacional Identidad Estudiantil, Red Revuelta, la Federación Universitaria Nacional (FUN comisiones MODEP), el Sindicato Estudiantil (Sies Colombia), la Red Independientes, el Colectivo Pensamiento Crítico y un sin número de colectivos estudiantiles, además de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), el Sindicato de Trabajadores de la ETB (SINTRATELÉFONOS), los trabajadores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), entre otras. 

Desarrollo

Paro Nacional Universitario

A pesar de la oposición que desde un principio se presentó ante el proyecto de reforma a la educación superior, éste fue radicado por el Gobierno Nacional ante el Congreso de la República el 3 de octubre de 2011. Desde ese momento la mayor parte de las Instituciones de Educación Superior empezaron a organizar asambleas en las que tomaron las decisiones respecto a cómo manifestar su oposición al articulado.

Desde el 12 de octubre las 32 universidades públicas del país se declararon en paro indefinido y afirmaron que éste no se levantaría hasta que el Proyecto de Reforma fuese retirado del Congreso y se ofrecieran las garantías para la construcción democrática de un nuevo proyecto.

Plaza de Bolívar en la Toma a Bogotá

En diversas ocasiones se realizaron marchas nacionales en contra de la reforma como las del 7 de abril, 7 de septiembre, 7 de octubre, 12 de octubre, 26 de octubre, la Marcha de Antorchas del 3 de noviembre, la Toma a Bogotá del 10 de noviembre y la Jornada continental de movilización por la educación del 24 de noviembre. 

En la marcha del 12 de octubre de 2011 el estudiante de medicina de la Universidad Santiago de Cali, Jan Farid Cheng Lugo, falleció a causa de la explosión accidental de un artefacto durante la manifestación convocada por la Federación de Estudiantes Universitarios. La Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) denunció que la muerte del joven no fue un accidente sino un asesinato producto de la explosión de un artefacto arrojado por desconocidos desde un puente, esta versión fue confirmada por el análisis de medicina legal que estableció un "asesinato" como el motivo del deceso; los hechos todavía están por esclarecerse.

Consecuencias

El 9 de noviembre de 2011, un día antes de que se realizara la marcha más grande de las acontecidas en 2011 en Bogotá denominada Toma a Bogotá, y después de una reunión con congresistas de las comisiones sextas de ambas cámaras del Congreso de la República, el presidente Santos anunció que el gobierno estaría dispuesto a retirar de su trámite constitucional el proyecto de reforma a la educación superior, sólo si los estudiantes retornaban a la normalidad académica. Sin embargo, los estudiantes, representados por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), manifestaron que continuarían con el cese de actividades académicas y con las actividades de protesta programadas hasta que el gobierno efectivamente retirara la propuesta del Congreso y garantizara un mecanismo para la construcción de una propuesta más democrática, que incluya las solicitudes y necesidades de toda la comunidad educativa, y que mantendrían la jornada de protesta programada para el jueves 10 de noviembre.

El 11 de noviembre se produjo el acto que es considerado como la primera victoria de la movilización estudiantil de 2011, cuando el presidente Santos accedió a una de las exigencias de los estudiantes y radicó en el Congreso de la República la solicitud de retiro de la Reforma a la Educación Superior; con once votos a favor y ninguno en contra, el 16 de noviembre, la comisión sexta de la Cámara de Representantes aprobó la solicitud de retiro de la reforma. Como consecuencia de estas medidas por parte del gobierno, los estudiantes deciden dar por terminado el Paro Nacional Universitario que duró poco más de un mes. 

El gobierno se comprometió a generar espacios democráticos para la construcción de una nueva reforma a la educación superior que responda a las demandas de la comunidad universitaria y de todo el país; los estudiantes, por su parte, se comprometieron a participar de dichos espacios de diálogo y construcción de una nueva reforma, sin embargo se declararon en constante estado de alerta pues, afirman, no existen garantías del cumplimiento de la palabra por parte del gobierno. Pocos meses después de establecer estos acuerdos, la entonces ministra de Educación María Fernanda Campo anunció que el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), órgano consultivo del Estado presidido por el Ministerio, sería el único escenario autorizado para la construcción de una nueva ley de educación superior, lo cual fue interpretado por el movimiento estudiantil como un incumplimiento de lo pactado ya que consideraron que no contaban con garantías para participar en el CESU. 

En consecuencia, los estudiantes organizados en la Mesa Amplía Nacional Estudiantil (MANE) iniciaron la construcción de la Propuesta de Ley Alternativa de Educación Superior a través de múltiples encuentros en diferentes ciudades. Por su parte el Gobierno Nacional, por medio del CESU, emprendió la construcción de la Política Pública de Educación Superior y en 2014 presentó al país el documento denominado Acuerdo por lo Superior 2034, que contiene los lineamientos para este sector en el periodo 2014-2034. Dado que en la construcción de estos lineamientos, contrario a lo que se había pactado para levantar el paro de 2011, nuevamente no fueron incluidos los aportes de las organizaciones estudiantiles, la MANE ha planteado la posibilidad de una nueva protesta. Asimismo, el documento del gobierno ha recibido criticas de diferentes instancias, como la Rectoría de la Universidad Nacional a cargo Ignacio Mantilla, y el Congreso de la República por medio de los senadores Jorge Enrique Robledo, Jesús Alberto Castilla y Senén Niño, así como los representantes a la Cámara, Víctor Correa Vélez y Ángela María Robledo

Fuente:


Hola!


El Movimiento Estudiantil de 1971 representa la mayor movilización de estudiantes en la historia de Colombia. Las protestas se iniciaron desde el mes de enero con la manifestación de estudiantes de la Universidad del Cauca (Popayán). Sin embargo, el acontecimiento más importante se dio el 7 de febrero con el comienzo de una huelga de estudiantes en la Universidad del Valle, quienes exigían la renuncia del rector y la eliminación de los representantes del sector privado y la Iglesia en el consejo superior universitario –máximo órgano rector– y rechazaban las condiciones de los créditos otorgados por entidades internacionales a las instituciones educativas. La protesta del 26 de febrero fue sangrientamente reprimida por el ejército, los enfrentamientos dejaron un saldo de más de 20 muertos. De inmediato el gobierno declaró, por medio del decreto 250, el estado de sitio en todo el país.

El 1 de marzo los estudiantes de la Universidad Nacional, la principal del país, acordaron la realización de un paro en solidaridad con los estudiantes de la Universidad del Valle, momento a partir del cual se iniciaron las marchas y los enfrentamientos entre estudiantes y fuerza pública. El gobierno respondió decretando el toque de queda en Cali (3 de marzo), Medellín y Popayán (4 de marzo) y Bucaramanga (abril 16) y amenazando con penas de 30 a 180 ochenta días de arresto a las personas que desobedecieran la ley o promovieran el cese de actividades académicas. A pesar de la represión, los estudiantes realizaron sus manifestaciones en Bogotá, Medellín, Cali, Armenia y Popayán .

Reabiertas las universidades, los estudiantes efectuaron asambleas que decidieron mantener la lucha, razón por la cual los estudiantes la Universidad Nacional decretaron el 24 de marzo un paro y bloqueo administrativo de la universidad y la expulsión del rector Diego López Arango en protesta por la actitud dilatoria del gobierno con respecto a la reestructuración de la universidad. A partir de este momento se iniciaron una serie de tomas de las instituciones que se repitieron en los meses siguientes.

El gobierno, además de la represión militar y las expulsiones y detenciones, expidió, desde el mes de abril, decretos con el fin de restablecer “el orden público universitario” (decretos 580 y 581), y respaldó las posiciones de grupos de estudiantes que pedían la desmovilización. Como si fuera poco, el Ministro de Defensa, Hernando Correa Cubides, sindicó públicamente a Marcelo Torres, Leonardo Posada y Morris Ackerman como los principales agitadores y señaló que el propósito fundamental de las reivindicaciones propuestas era entorpecer la realización de los Juegos Panamericanos y el secuestro de los extranjeros que vendrían a competir. A la vez que se amenazó con el servicio militar obligatorio a los estudiantes que habían sido expulsados o aquellos que se negaran a reintegrarse a las actividades académicas.

Un hecho fundamental del movimiento estudiantil de 1971, que marca la diferencia con cualquier otra movilización de estudiantes del siglo XX, fue la elaboración del denominado Programa Mínimo del Movimiento Nacional Estudiantil, que comenzó a perfilarse a partir del II Encuentro Nacional Universitario, realizado en Bogotá entre marzo 13 y 14, dado a conocer el 25 del mismo mes y ratificado en el III Encuentro Nacional Universitario, que sesionó en Palmira el 14 el abril. Este documento constituyó la base para la reestructuración de la universidad. Era la síntesis de las aspiraciones políticas y educativas de los estudiantes. El programa Mínimo constaba de seis puntos:

1 - Abolición de los Consejos Superiores Universitarios, en los cuales tenían representación los gremios y el clero, y sustitución por un organismo conformado por tres estudiantes, tres profesores, el rector (sin voto) y un representante del Ministerio de Educación.

Conformación de una comisión (tres estudiantes, tres profesores y un representante del Ministerio de Educación) para estudiar un proyecto de Ley Orgánica de las Universidades.

Establecimiento de un sistema democrático para la elección de autoridades universitarias en los establecimientos públicos y privados.

2 - Cumplimiento de la asignación del 15 por ciento como mínimo del presupuesto total de educación para la Universidad Nacional. Además control oficial para las universidades privadas, congelación de matrículas y suspensión de las cláusulas lesivas a la nación colombiana contenidas en los contratos de las universidades con agencias internacionales.

3 - Conformación inmediata de una comisión (tres estudiantes, tres maestros y un representante del Ministerio de Educación) que debía estudiar el carácter rector de la Universidad Nacional en la educación superior, liquidación del Instituto Colombiano de Fomento a la Educación Superior (ICFES), financiación estatal y adecuada de la educación superior, investigación científica financiada exclusivamente por la nación y planificada por investigadores nacionales, revisión de todos los contratos celebrados con entidades extranjeras. El informe debería ser aprobado previamente por un Encuentro Nacional Universitario y puesto en marcha por el gobierno.

4 - Retiro definitivo de la Universidad del Valle y ruptura con la Fundación para la Educación Superior (FES).

5 - Legalización del derecho a crear organizaciones gremiales en cualquier tipo de establecimiento educativo.

6 - Reapertura de la Facultad de Sociología de la Universidad Javeriana.

El objetivo central del Movimiento se obtuvo el 23 de octubre en la Universidad Nacional en Bogotá y a fin del año en la Universidad de Antioquia. Se trataba de la exigencia de relevar los antidemocráticos consejos superiores universitarios por el cogobierno. La fórmula adoptada fue la creación de un Consejo Provisional Universitario conformado por el ministro de educación o el rector, cuatro decanos, dos estudiantes, dos profesores y un ex alumno. Exceptuando al gobierno, en los nuevos consejos fue suprimida la participación de todos los sectores extrauniversitarios.

El Movimiento Estudiantil de 1971 logró un triunfo sin antecedentes en la historia nacional. Ello se explica, en primer lugar, por la comprensión que se tenía sobre la determinante injerencia de los organismos internacionales, especialmente de Estados Unidos, en el diseño de la política educativa nacional, a través de los consejos superiores universitarios. En segundo lugar, por la elaboración de una propuesta de reforma y de gobierno universitarios, sintetizadas en el Programa Mínimo, fruto de intensas discusiones ideológicas, en medio de un gigantesco movimiento de masas y de una brutal represión del gobierno.

Para los diversos sectores de izquierda fue un problema teórico y práctico completamente nuevo reflexionar sobre la posibilidad de luchar por transformaciones sustanciales en la universidad y en su gobierno, antes de la revolución política y económica. La reflexión sobre aspectos generales de la ciencia y la cultura llevó al análisis sobre la naturaleza de la sociedad colombiana, el carácter de la revolución y de la sociedad que requería Colombia, por ejemplo de Nueva Democracia desarrollada por Mao Tse Tung o Socialista, de acuerdo con los Troskistas, como también, la relación entre la base material y el conjunto de asuntos que hacen parte de la superestructura, tales como el poder político, la ideología, la educación y la cultura.

Dos grandes posiciones teóricas y políticas predominaron en el movimiento estudiantil. Una de ellas partía del presupuesto de que la universidad es un aparato ideológico del Estado, por lo “...que es imposible modificar su naturaleza de clase... una revolución en Colombia tiene que plantearse en su estrategia su inevitable destrucción en el mismo sentido en que es válido para todo el aparato del Estado”. Según esta razón, el cogobierno era imposible y constituía una consigna reformista que implicaba “...fortalecer y perfeccionar la universidad burguesa...” y además calificaba la autonomía como “un mito liberal”.

Una segunda posición caracterizó como “...criterio mecanicista (aquello) de que mientras no cambiara el régimen social no cambiaría la educación” y acudió a “...la tesis marxista-leninista consistente en que a toda gran revolución social la antecede una profunda revolución en la cultura. De manera que sí eran posibles las transformaciones revolucionarias en la educación y la cultura antes de culminada la revolución”. En consecuencia, era posible que la institución educativa en su conjunto se insubordinara contra el establecimiento y, al acompañarse de un movimiento de masas de las dimensiones del que se vivía, asumiera la dirección de las universidades.

Esta discusión programática también tomó la forma de un debate sobre la apreciación de la correlación de fuerzas durante el V Encuentro Nacional, desarrollado entre el 18 y 25 de mayo. Para abril, de una población de 70.000 estudiantes, 60.000 estaban ausentes de las aulas; lo que significaba que todas las universidades públicas estaban cerradas, al igual que algunas privadas, por lo que el gobierno propuso su reapertura condicionada al levantamiento del movimiento.

Las fuerzas estudiantiles que afirmaban la imposibilidad del cogobierno señalaron que la clausura de las universidades y la violenta represión, dispersaba y hacía más difícil la movilización, por lo que sostuvieron la tesis del reagrupamiento y, en consecuencia, conceptuaron que la prioridad era la reapertura de las universidades y que la forma dependía de las condiciones en cada una de ellas “...en algunas sería el paro indefinido luego de la reapertura, en otras el escalonado o la asamblea permanente, pero en otras más era indispensable aceptar las clases y programar tareas como paros, mítines, foros, etc”. Desde luego, la reapertura no pasaba por la condición de establecer el cogobierno, la exigían sin sanciones: “la derogatoria de los decretos 580 y 581 y la inmediata libertad de los estudiantes detenidos y el cese de toda represión académica y política”.

De otro lado, quienes defendían el cogobierno partieron del hecho de que el movimiento estaba en alza y que pese al cierre y a la represión, las movilizaciones sucedían todos los días, por lo que, afirmaron, la reapertura de las universidades sólo podía aceptarse siempre que el gobierno cumpliese la exigencia de sustituir los viejos consejos superiores por el cogobierno de estudiantes y profesores.

El VI Encuentro Estudiantil, realizado en Medellín el 3 junio, de manera mayoritaria reiteró el cogobierno como la principal reivindicación del movimiento y profundizó en los puntos del Programa Mínimo, aprobando lo que denominaron la Plataforma de Reforma Universitaria. A la vez, el Comité de Huelga de la Universidad del Valle, la tercera en importancia del país, levantó de manera alternativa en agosto, el Programa Reivindicativo.

La Plataforma de Reforma Universitaria, aprobada por el VI Encuentro, además de lo ya anotado, significó un nuevo esfuerzo para precisar la propuesta sobre el funcionamiento de la universidad y, en segundo lugar, el sistema educativo nacional. Se definió que el gobierno de la universidad debía estar integrado por 1 decano, 2 profesores, 3 estudiantes, el rector y el secretario general. Los dos últimos sin voto. A la vez que se crearía el Consejo Directivo, conformado por los jefes de las unidades docentes y académicas de mayor jerarquía, como facultades, divisiones, etc.; 3 profesores, 3 estudiantes, el rector, el jefe de la dirección administrativa y el secretario general de la respectiva Universidad. Los dos últimos integrantes sin voto. La Plataforma especificó los mecanismos democráticos de elección y estableció las funciones fundamentales del Consejo Directivo las cuales se referían fundamentalmente a la determinación del rumbo académico de las instituciones.

Para el segundo aspecto, se propuso la supresión del ICFES y su reemplazo por un organismo rector de la educación superior, conformado por las universidades, con una junta directiva constituida por el Ministro o su representante, 4 rectores de universidades públicas elegidos por el Consejo Nacional de Rectores, 3 profesores y tres estudiantes, todos de universidades oficiales. Organismos como Colciencias, encargado del fomento de la investigación, y el ICETEX, entidad que estimula la formación de estudios en el exterior, le serían adscritos.

En materia de financiación, el VI Encuentro acordó como exigencia la nacionalización de la educación superior en su conjunto, adecuado presupuesto para su funcionamiento, atención a la totalidad de la demanda de egresados de secundaria y el establecimiento de un control financiero de las instituciones privadas. Sobre la investigación señalaron los estudiantes que debía ser dirigida y planeada con criterios e investigadores nacionales. Finalmente, el Encuentro hizo una defensa al derecho de organización de todos los sectores de la población y de los estamentos universitarios.

El Comité de huelga de la Universidad del Valle, que se oponía al cogobierno, ambientó, después del VI Encuentro, el Programa Reivindicativo, el cual se basó en el rechazo a la reforma educativa propuesta por el gobierno y el impulso a los Comités Paritarios de División y procesos democráticos de elección de directivas y profesores, lo que fue formalmente expresado en enero de 1972.

Este hecho era parte de importantes diferencias en torno a la manera de entender las prioridades, los programas y las formas de lucha de los estudiantes. La disolución del organismo nacional de dirección del Movimiento, el Consejo Nacional de Solidaridad y, la posterior presentación programática alterna en la Universidad del Valle, evidenció públicamente la división. Cuál sector político tendría la razón sobre la orientación del movimiento, los hechos por venir se encargaron de precisar este aspecto.

Entre tanto el gobierno comenzó a reabrir las universidades, aunque a la larga fracasó en su política de lograr normalidad. La Universidad de Antioquia fue cerrada el 22 de abril, el 14 de junio es reabierta por el gobierno pero ese mismo día una asamblea estudiantil aprueba la continuidad del paro; el cierre de la Universidad de Tunja se produjo también el 22 de abril, la reapertura el 22 de junio pero ya hacia el 13 de julio el paro es total. La Universidad de Nariño entró en vacaciones forzosas el 28 de abril y el gobierno llamó a clases el 14 de junio, pero el primero de julio tuvo que ocuparla militarmente; situación similar se presentó en muchas otras universidades: del Cauca, de Manizales, del Atlántico, Pedagógica, de Medellín etc. Incluso donde el control -militar fue más feroz y permanente, en las universidades de Cartagena e Industrial de Santander, los estudiantes lucharon incansablemente, hasta muy avanzado el segundo semestre.

En las universidades privadas tampoco hubo calma, ni siquiera en las de élite. A la ya permanente participación de la U. Gran Colombia, se sumaron los profesores de la universidad de los Andes que entraron en conflicto con la dirección por asuntos propios de la democracia universitaria; a la vez que las directivas de la universidad de Santo Tomás expulsaron a 25 alumnos y el Consejo Superior Estudiantil de la U. de la Salle, condenó la ocupación militar de las universidades, mantuvo un estado de agitación permanente y decretó un paro de solidaridad de 24 horas.

Ante la posición firme del estudiantado de mantener el movimiento a nivel nacional y no aceptar la exigencia de la normalidad como requisito para discutir una nueva reforma, el gobierno profundizó la represión. El 25 de junio, expidió el Decreto 1259, con el cual se le otorgaron al rector las facultades, que antes tenían todas las demás autoridades universitarias, especialmente las disciplinarias; los estudiantes bautizaron el decreto como el de los rectores policías. La nueva norma fue presentada a la opinión pública como la solución al problema universitario, la arbitrariedad de los rectores fue denominada como autonomía, actitud que fue respaldada por los editoriales de la gran prensa.

Hubo militarización de la universidad de Antioquia, salón por salón, por lo cual el Consejo Superior Estudiantil ejerció desde la clandestinidad. Y aunque después del V Encuentro, el Comité de Solidaridad no funcionaba unificadamente seguían los mítines y la movilización.

En la Universidad Nacional, que fue reabierta el 16 de agosto, el gobierno nombró a Santiago Fonseca, de una trayectoria de ejercicio antidemocrático bastante reconocida, y quien expulsa a los dirigentes estudiantiles, destituye profesores, a la vez que anuncia el desmonte del bienestar universitario y de admisiones. Ello generó un mayor apoyo de los trabajadores y los estudiantes quienes realizaron un juicio a las ejecutorias del rector, con un plebiscito que contó con 34.000 votos (17.000 en Bogotá y 15.000 de las demás seccionales) y, cuya “sentencia” fue, el 23 de septiembre, la expulsión del rector y de algunos de sus inmediatos colaboradores del campus.

Además, el gobierno nacional, expidió los decretos 1988 y 1989 de 1971, que modificaron el Código Penal, con el medidas draconianas sobre el orden público. Inmediatamente, el Alcalde Mayor de Bogotá ordenó nuevamente el arresto de Marcelo Torres, esta vez inconmutable y por 180 días, el más importante líder estudiantil y principal defensor en el Comité Nacional de Solidaridad de levantar el Paro sólo sí se aceptaba el Cogobierno.

La táctica de la represión y de intransigencia adoptada por el gobierno entró en una etapa de crisis. En primer lugar, debido a la firmeza estudiantil. Las dos universidades más importantes del país reportan nuevamente parálisis completa desde la última semana de septiembre. A lo largo de octubre, a través de asambleas generales reiteraron tanto la orden de paro como las exigencias para levantarlo: retiro inmediato de la fuerza pública y del rector Santiago Fonseca en la Universidad Nacional y William Rojas Montoya de la U. de Antioquia, levantamiento de sanciones a estudiantes y profesores, derogatoria del decreto 1259, libertad de los detenidos y la participación democrática de los estudiantes y profesores en el gobierno de la universidad.

En segundo lugar, la política del gobierno nacional sumada a la torpeza del Ministro de Educación y de los rectores hizo agua. El profesorado de manera unificada, es decir, los Claustros de Profesores, la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU) y la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional (APUN), aprobaron el 13 de agosto un proyecto de ley, de 6 capítulos, que coincidía en lo esencial con la Plataforma del VI Encuentro Estudiantil y con los criterios expuestos por la Asamblea de Claustros el 2 de Marzo de 1971. También de manera unánime condenaron el Decreto 1259. Pero un mayor grado de radicalización generaron las destituciones de docentes y las afirmaciones del Ministro de Educación ante el Senado de la República, según las cuales los maestros tenían responsabilidad en las irregularidades administrativas y en las dificultades presupuestales. El Secretario del Comité Coordinador de los Claustros puntualizó que “con la vigencia del decreto 1259, la crisis universitaria entró en una fase definitiva caracterizada entre otras circunstancias, por la unificación de profesores y estudiantes de todo el país...”.

Como si no bastara con lo anterior, el Ministro terminó por agrietar sus relaciones con la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) y la universidad privada, acusando a la segunda de tener el predominio del sistema educativo a través de la primera y del Fondo Universitario Nacional, lo que desató la respectiva declaración de rechazo.

También se produjeron varias renuncias que evidenciaron, aún más, el aislamiento del gobierno y de los rectores “policías”. La iglesia se retiró de los consejos superiores universitarios de las universidades estatales y en su declaración la Conferencia Episcopal registra las características de la situación al señalar: “...la juventud se manifiesta con una gran fuerza nueva de presión que la lleva a ser factor decisivo en el actual proceso de cambio social y no sólo, como siempre se ha dicho, imagen o esperanza de la patria del mañana” y agregó “...los jóvenes, quienes constituyen el grupo más numeroso de la población antes se encontraban dispersos en las diversas instituciones dirigidas por los adultos pero hoy se están convirtiendo en un nuevo cuerpo social portador de sus propias ideas y valores y de su propio dinamismo interno”. El retiro de la iglesia, se sumó al de las academias que de hecho no habían vuelto, con lo que los antiguos consejos superiores se vinieron abajo.

No menos importantes fueron la renuncia del Director del ICFES, aunque argumentando su designación en otro cargo y hasta la del Secretario General de la U. Nacional, expresando claras “desavenencias con el rector”.

La detención y condena de Marcelo Torres a 6 meses de cárcel terminó por caldear aún más los ánimos. Las asambleas de estudiantes incluyeron su liberación como requisito para levantar el paro mientras que en la plenaria del Senado de la República los parlamentarios de la oposición propusieron la citación del Procurador General de la Nación, el día 20 de octubre para que “...informara sobre el expediente a través del cual se decretó el arresto...” a la vez que se redactó una moción condenando el hecho. Pese a que faltaron 2 senadores para establecer el quórum, el debate fue agudo y sonoro políticamente.

Es decir, lejos de apagarse el movimiento aumentaba en su noveno mes. Además, el gobierno tenía conflicto con otros sectores sociales y un rabo de paja enorme por su origen fraudulento. En la última semana de septiembre surgió en el gobierno la idea de transar con el estudiantado a través de una Comisión de Notables de los círculos académicos. Más de 20 días después de intrincadas negociaciones entre los representantes gubernamentales y los de los estudiantes se produjo el acuerdo. El 23 de octubre fue expedido el decreto oficial 2070, que constituía el nuevo gobierno universitario.

Las elecciones de los representantes estudiantiles se realizaron a mediados de noviembre. A finales de 1971 los estudiantes de la Universidad de Antioquia arrancaron al gobierno un acuerdo similar al de la Nacional.

El cogobierno obtenido en las dos principales universidades colombianas tuvo una corta duración. Instalado, el primero, el 26 de noviembre de 1971 y, el segundo, en enero de 1972, fueron declarados ilegales y disueltos a fines de mayo 1972, mediante decretos 856 y 886. Con ellos se restauró la vigencia del decreto 1259, que restituyó a los rectores autocráticos, suspendió la participación de estudiantes y profesores en los consejos superiores y restableció la asistencia del Ministro de Educación.

La caída del cogobierno obedeció fundamentalmente a dos tipos de razones. La primera, el permanente sabotaje desde el gobierno, la asfixia presupuestal ejercida desde el Ministerio de Hacienda y la permanente provocación de la fuerza pública. La segunda fue de orden interno, es decir, la prolongación del debate ideológico, que cual se expresó en la contradicción entre representaciones estudiantiles al cogobierno con las agrupaciones que no estuvieron de acuerdo con esta reivindicación. Tal circunstancia impidió, como es obvio, garantizar las condiciones tácticas óptimas para defender una conquista de tal magnitud, especialmente la reconstrucción de la organización nacional estudiantil. Incluso, una vez disueltos los Consejos Provisionales Universitarios, tampoco fue unificada la consigna. Mientras quienes lo ejercieron llamaron a su reconquista, los que estuvieron en desacuerdo plantearon que en adelante “...las masas estudiantiles deben elegir sus genuinos representantes a los organismos de dirección, pero ya no como miembros con carácter de votantes como factor determinante sino con el carácter de fiscalizadores y voceros de las reivindicaciones estudiantiles”.

En su corta existencia, el cogobierno de la Universidad Nacional elaboró un presupuesto de 630 millones, que se consideraba acorde con las necesidades de la institución, aunque posteriormente el nuevo rector lo dejó en 280; suspendió el pago de la deuda y los contratos con el BID y demás organismos internacionales; detuvo la aplicación del Plan Atcon, base de una reforma universitaria retrógrada, y exigió la participación democrática en la elaboración de la reforma universitaria; reintegró los estudiantes y profesores detenidos y se pronunció contra la ocupación; y amplió la cobertura estudiantil y aumentó el presupuesto para bienestar. Debido a la brevedad en su duración, las reformas curriculares no se alcanzaron a desarrollar, aunque se crearon institucionalmente los espacios, a la vez que se adelantó la discusión sobre los criterios para las líneas de investigación, se legisló sobre las comisiones de estudio para que estas fueran por selección y también se desarrollaron elementos sobre las asignaturas prácticas y teóricas.

Algunas de las conclusiones que se desprenden del Movimiento Estudiantil de 1971 y de la universidad en su conjunto, tienen plena vigencia hoy en día.

La primera, dada la materia de su actividad que es el conocimiento, la cultura y la ciencia, la universidad es la institución más vulnerable, menos controlable por el poder político dominante o, dicho de otra forma, puede ser transformada. De hecho, en todos los grandes movimientos revolucionarios, especialmente en la historia moderna, encontramos que siempre se hallaron precedidos de una gran transformación de la cultura y que las universidades jugaron un allí un papel de primer orden. Cualquiera que examine el período de la independencia nacional de España puede corroborar esta afirmación acerca de la gran transformación cultural que se reflejó en los centros educativos de carácter confesional como eran las universidades en la época de la colonia. El instrumento o la reivindicación en la cual se concreta la posibilidad de esta transformación es el cogobierno y eso fue lo que se hizo y fue el logro más importante de este Movimiento.

La segunda, lección que se desprende de la experiencia es que las conquistas en la universidad, como en la sociedad, dependen del grado de conciencia y de organización de los interesados en defenderla. Si no hay conciencia, si no hay organización, es decir, si no hay suficiente fuerza para preservar las instituciones valiosas para los intereses de los estamentos, mejor aún a los intereses de la nación, estas conquistas pueden ser anuladas fácilmente. Eso fue lo que sucedió con el cogobierno que no duró sino unos meses tanto en la Universidad Nacional como en la Universidad de Antioquia, dado que no existió la claridad suficiente en el conjunto de las agrupaciones políticas de la época de la importancia de ese instrumento, ni había organización. Los estudiantes colombianos no se han podido recuperar desde hace más de tres décadas de una dolencia, como lo es la ausencia de una organización nacional, sin la cual ningún sector social pueda actuar con eficacia en el terreno de las confrontaciones políticas.

Podemos decir que en la universidad de hoy tienen plena vigencia los objetivos del Movimiento de 1971. Asunto primordial de este fue el de garantizar un presupuesto estatal y adecuado para las universidades públicas, aspecto fundamental hoy cuando el proceso de privatización que se ha desarrollado a lo largo de esta década y que ha llevado prácticamente a la educación pública en general y la educación pública universitaria en particular, a una crisis sin precedentes. La democracia es otra de las reivindicaciones plenamente vigentes en nuestros días. Asimismo la vieja lucha por transformar los contenidos de la enseñanza, es decir, por elevar su nivel científico, por sacar la academia de nuestras universidades de la condición de un país subdesarrollado, que es la reivindicación más importante de la universidad de nuestros países, la de lograr que el nivel científico de lo que aquí se enseña sea por lo menos igual a las de las naciones más desarrolladas del planeta.

En resumen, entre las motivaciones internas y encontradas que conllevaron a la obtención y a la caída del cogobierno, debe destacarse que el Movimiento desbordó el carácter contestatario, al que inicialmente estaba condenado y tuvo la capacidad de elaborar unos criterios, el Programa Mínimo, que se constituyeron en una propuesta de reforma, sintetizando las aspiraciones de la población en la educación y de la soberanía nacional en el terreno de la ciencia y la cultura. Este período del Movimiento Estudiantil, que hoy está proscrito de la historia nacional y de la educación, como también de su enseñanza, merece de lejos ocupar el lugar que le corresponde, al lado de las propuestas revolucionarias de José Celestino Mutis, en la época colonial, o de Francisco de Paula Santander y de los liberales radicales a lo largo del siglo XIX, sobre todo ahora cuando sus postulados cobran mayor fuerza y vigencia debido al impacto del neoliberalismo que ha debilitado las comunidades educativas, académicas y científicas nacionales. Después de 30 años también es necesario que los estudiosos de la historia de la educación, de los movimientos estudiantiles y del papel de la juventud como sector social, reivindicar también una generación de jóvenes que “no se fue en blanco históricamente”.

Notas:

[1] Ponencia presentada por los autores en el Primer Congreso Internacional sobre Historia de las Universidades de América y Europa, realizado del 10 al 12 de julio de 2003 en la Universidad de Córdoba – Argentina. Igualmente, en el 51° Congreso Internacional de Americanistas, realizado entre el 14 y el 18 de julio de 2003 en Santiago de Chile. La ponencia hace parte integrante de las memorias de los respectivos eventos.

[2] Magíster en Historia. Cofundador del Centro de Estudios por la Nueva Cultura (CENC) y del Consejo Nacional Superior Estudiantil de Colombia (CONSEC), representante ante el Comité Distrital de Capacitación Docente de Bogotá, Colombia.

[3] Doctor en Historia. Investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Morelia México.

[4] La situación fue de agitación general en el terreno educativo. El 7 de febrero se decretó paro en la Universidad Tecnológica de Pereira, el 12 los profesores de primaria decretaron un paro nacional, el 19 se inició una acción similar en la Universidad de Cúcuta.

[5] “Enérgicas medidas contra perturbadores del orden” en El Espectador, Bogotá, 5 de marzo de 1971, p. 1

[6] El 4 de marzo hubo desórdenes todo el día en Bogotá. Se apedreó la sede del diario El Espectador, se quemó una motocicleta y en los enfrentamientos murió un caballo de la policía.. Véase “Desordenes aislados durante todo el día, en Bogotá” y “El caballo “El Turco” muerto durante incidentes” en Ibíd.

[7] Desde el mes de marzo se habían iniciado las tomas de universidad, como sucedió el 6 con la Pedagógica de Bogotá. No obstante, a partir de abril las ocupaciones se realizaron con posiciones más radicalizadas por parte de todos los sectores, como por ejemplo en la U. del Atlántico y la UPTC de Tunja. Véase “Estudiantes se tomaron rectoría de U. de Tunja” y “Desalojadas directivas de U. del Atlántico” El Tiempo, Bogotá, 16 de abril de 1971, p. 9. Una cronología de los sucesos en Crisis universitaria colombiana 1971. Itinerario y documento. Medellín, Ediciones El Tigre de Papel, 1971, pp. 85-86.

[8] La persecución desatada contra los estudiantes tuvo un capítulo especial en el mes de junio cuando fueron encarcelados Leonardo Posada, dirigente de la Juventud Comunista (JUCO) (junio 26) y Marcelo Torres, de la Juventud Patriótica (JUPA) y el más reconocido dirigente del movimiento estudiantil (junio 29).

[9] “Pondremos en orden a los agitadores”. El Espectador, Bogotá, 9 de mayo de 1971.

[10] El 16 de marzo se publicó en El Tiempo una síntesis del II Encuentro Nacional Universitario y del programa mínimo. Véase “Estudiantes de la U. Nacional levantan paro” Op. Cit.

[11] El ICFES, fue considerado por el Movimiento Estudiantil, como el un organismo del gobierno de carácter extra universitario, que estaba diseñado para determinar el rumbo de las instituciones de educación superior, en menoscabo de la autonomía y la democracia de las mismas.

[12] La FES, es una organización de carácter privada, la cual tenía una influencia determinante en esta universidad.

[13] El texto fue aprobado por representantes de 26 universidades y por la representación de tres facultades (teología y sociología, Universidad Javeriana, y medicina, del Rosario). El único voto negativo fue de la Universidad Gran Colombia de Bogotá. Véase el Programa Mínimo en Crisis Universitaria...Op. Cit., pp. 85-88.

[14] Uriel Ramírez y otros. Declaración de los Representantes del Estudiantado de la Universidad Nacional. Bogotá, Ciudad Universitaria, noviembre 19 de 1971. Reproducido por la revista Deslinde, Bogotá, No 1, junio de 1974.

[15] Consejo Superior Estudiantil de la Universidad de Antioquia. Duro golpe de las fuerzas democráticas de la U. de Antioquia. Sin fecha. Reproducido por la revista Deslinde, Op. Cit.

[16] Juan Arango y otros. “¿Qué intereses deciden la política educativa oficial en Colombia?”. Bogotá, octubre de 1972. En Ibíd.

[17] "Reforma Universitaria y Revolución Socialista” Ponencia ante el VI Encuentro Nacional Universitario, junio de 1971. Publicada en Crisis Universitaria Colombiana. Op. Cit.

[18] Ibíd.

[19] Reportaje con Marcelo Torres B. “El Movimiento Estudiantil de 1971”. Revista Teorema, Bogotá, octubre de 1981.

[20] Ibíd.

[21] “El Presidente (de la República) Misael Pastrana Borrero anuncia oficialmente la Reforma Universitaria.” En Crisis universitaria... Op. Cit. Fuentes más recientes señalan que para 1970 la matrícula total era de 85.560 estudiantes, de los cuales 46.618 correspondían al sector público y 39.942 al privado. Cifras tomadas del Centro de Estudios Sociales, SUE y citadas por Lucio, Ricardo en “Algunos elementos históricos para reflexionar sobre la propuesta”, Bogotá, U. Nacional de Colombia,1989, p. 11.

[22] “60 mil estudiantes fuera de las aulas”. El Espectador, Bogotá, 25 de abril de 1971.

[23] “Manifiesto socialista a los estudiantes colombianos” en Crisis Universitaria. Op. Cit., pp. 191-205.

[24] Informe del Comité de Huelga de la Universidad del Valle sobre el V Encuentro Nacional Estudiantil en FEUV. Desarrollo político...Op. Cit., pp.173-177.

[25] Miguel Ángel Pardo. Entrevista a Juan Arango y a Uriel Ramírez. Bogotá, 4 de mayo de 1991.

[26] “Declaración revolucionaria del V Encuentro Nacional Universitario. Bogotá 18 a 25 de mayo de 1971” en Deslinde. Op. Cit.

[27] “VI Encuentro Nacional Universitario. Plataforma de Reforma Universitaria. Documento aprobado. Medellín, junio 3 de 1971.” Reproducido por la revista Deslinde, Op. Cit.

[28] Comité Ejecutivo de la Federación de Estudiantes Universidad del Valle (F.E.U.V.) “Dos contrastes”. Publicado en Desarrollo político Op. Cit

[29] “VI Encuentro Nacional Universitario” Op. Cit.

[30] Informe General Preparatorio de la Asamblea de Consejos Estudiantiles del U. del Valle para el día miércoles 26 de enero de 1972. Reproducido en Desarrollo político...Op. Cit., p.240-254.

[31] Cronología del conflicto. Crisis Universitaria Op. Cit., y reportaje con Marcelo Torres B. Revista Teorema, Op. Cit.

[32] Crisis en los Andes. El Tiempo, julio 3 de 1971.

[33] 25 expulsados de la U. de Santo Tomás. El Tiempo, martes 6 de julio de 1971, p. 15.

[34] Paros parciales en varias universidades. El Tiempo, octubre 1 de 1971

[35] Los rectores autónomos. Hacía la solución en la U. El Espectador, domingo 27 de junio de 1971. Y El orden público académico. Editorial de El Espectador, lunes 28 de junio de 1971.

[36] Miguel Ángel Pardo. Op. Cit.

[37] Miguel Ángel Pardo. Op. Cit.

[38] “Drásticas penas para quienes atenten contra el orden público”. El Tiempo, octubre 10 de 1971.

[39] “Arresto de 180 días al líder Marcelo Torres”. El Tiempo, octubre 10 de 1971.

[40] “Paros parciales en varias universidades”. El Tiempo, octubre 1º de 1971, “Aprobado Paro Indefinido en la U. de Antioquia”. El Espectador, octubre 14 de 1971 y “El paro sigue en pie, dicen los estudiantes”. El Tiempo, octubre 15 de 1971.

[41] “Por una Universidad del Estado, Científica y Crítica, (Comunicado)”. El Espectador, lunes 16 de agosto de 1971, p. 11-a.

[42] “Amplio debate piden Claustros al sobre la Nacional”. El Tiempo, octubre 1º de 1971.

[43] “Contactos del Rector de la U.N. con Estudiantes”. El Espectador, septiembre 28 de 1971.

[44] “La Iglesia anuncia retiro de los Consejos Universitarios.” El Espectador, Bogotá, julio 24 de 1971.

[45] “Villarreal se retirará del ICFES a su regreso de Lima”. El Tiempo, Bogotá, septiembre 24 de 1971.

[46] “Contactos del Rector de la U.N. con Estudiantes.” El Espectador, Bogotá, septiembre 28 de 1971.

[47] “Debate en el Senado por la detención de Marcelo Torres.” El Espectador, octubre 14 de 1971.

[48] Suele reconocerse en la historia política de Colombia que el presidente Misael Pastrana arribó al poder en 1970 debido a un gran fraude electoral.

[49] “Inminente acuerdo en la Universidad Nacional.” El Tiempo, octubre 22 de 1971.

[50] “Creado oficialmente el Consejo Universitario.” El Tiempo, octubre 24 de 1971.

[51] Miguel Ángel Pardo. Op. Cit.

[52] Comunicado de la rectoría de la Universidad Nacional, 7 de abril de 1972.

[53] Gerardo Jiménez. “Democracia o dictadura en la universidad colombiana” en Deslinde. Op. Cit.

[54] “¿Gobierno universitario o fiscalización?” en El Periódico. Bogotá, de 1º de junio de 1972.

[55] Miguel Ángel Pardo. Op. Cit.

[56] Renato Ramírez. “25 años del movimiento estudiantil colombiano”. Ponencia al Foro 26 de febrero de 1971 balances y añoranzas, 26 de febrero de 1996, Universidad del Valle, Cali.

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