La Historia Del Doctor Henry Howard Holmes

Higarigaoka - Odaiba, Sin comentarios
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Les contare la historia de Herman Webster Mudgett mejor conocido como el Doctor H. H. Holmes, el cual vivio entre el 16 de mayo de 1861 y el 7 de mayo de 1896. Un asesino en serie muy particular y muy terrorifico.


Este personaje nació en Gilmanton, Nuevo Hampshire, fue hijo de un padre abusivo y una madre puritana. Desde muy temprana edad manifestó odio hacia las mujeres, especialmente aquellas con fortuna, un interés poco corriente que lo enmarcaría como un Don Juan del crimen. 

A los dieciocho años se casó con una rica joven llamada Clara Louering para pagar sus estudios de medicina, la arruinó y una vez obtenidos con lustre sus diplomas en la Universidad de Míchigan, la abandonó para irse a vivir con una viuda, que cumplio sus necesidades gracias a las rentas de su respetable casa de huéspedes. Siendo ya médico, dejó a aquella segunda conquista, ejerció durante un año en el estado de Nueva York y fue después a establecerse en Chicago.

Era un tanto guapo, con aire distinguido, siempre elegantemente vestido, Mudgett tenía innumerables éxitos amorosos. Al llegar a su nueva ciudad no tardó en seducir a una joven millonaria llamada Myrta Belknap. Tomó el nombre de Holmes para vencer las reticencias que la señorita le oponía, se casó con ella, y gracias a unas falsificaciones de escrituras, estafó 5,000 dólares a su familia política para hacerse construir una casa suntuosa en Wilmette.

Luego consiguió en las afueras de Englewood la herencia de una farmacia, propiedad de una viuda de quien se hizo su amante y hombre de confianza. A base de falsificaciones de contabilidad y de malversaciones de fondos, logró hacerse dueño de la totalidad de sus bienes y después la hizo desaparecer. 

Esta es la historia del Doctor Henry Howard Holmes:

H. H. Holmes en 1895. 

Nos referimos a Herman Webster Mudgett, también conocido como el Doctor Henry Howard Holmes, o simplemente Dr. Holmes. En el momento de su “muerte” dijo haber cometido 27 asesinatos y 50 intentos a lo largo de toda su vida. Sin embargo, esa cifra podría ser más alta después de que la policía accediera a su “castillo”. Un hotel del terror lleno de laberintos sin salida donde pudo perpetrar cerca de 200 muertes.

Ahora su familia ha decidido poner fin a una historia demasiado larga.

La Casa De Los Horrores
Dicen que Herman Webster Mudgett era un tipo carismático. El hombre fue un médico apuesto de New Hampshire que un día decidió cambiarse el nombre por H.H. Holmes como homenaje a Sherlock. Obviamente en poco más se parecería al famoso detective.

Un día decide instalarse a las afueras de Chicago. Por aquella época ya había abandonado a su primera esposa y a su hijo y huía de las acusaciones de fraude, envenenamiento y asesinato. En 1885, vuelve a cambiar y se desplaza a la ciudad de Englewood, Illinois, para comenzar a trabajar en una farmacia. Allí estafó a los propietarios, les compró unas propiedades al otro lado de la calle y preparó los planos para un edificio “distinto”.

Una edificación de tres pisos que incluía una farmacia, apartamentos y locales comerciales. Ah, también una serie de puertas trampa, habitaciones herméticas y un sótano diseñado para disponer de cuerpos humanos a su antojo. A medida que la construcción avanzaba Holmes despedía sistemáticamente a los trabajadores para asegurarse de que nadie supiera el alcance completo de su macabro plan.

En 1892 el lugar estaba listo. Su “castillo de los asesinatos”, como se supo posteriormente, estaba preparado a la misma vez que los terrenos de Jackson Park en las inmediaciones, espacio donde iba a tener lugar una feria mundial que atraería a un gran número de personas a Chicago (la gran mayoría adinerada).

Mapa de la segunda planta.

El primer piso del castillo de Holmes incluía la farmacia, mientras que en el tercero se encontraban los apartamentos. La segunda planta ofrecía a los turistas unas habitaciones insonorizadas, todas diseñadas como laberintos de puertas y escaleras para desorientar al cliente.
Cada una de las habitaciones del inmueble estaba provista de trampas y puertas correderas que daban al laberinto de pasillos secretos desde los que, por unas ventanillas disimuladas en las paredes, el doctor podía observar a escondidas a sus clientes. Además, entre los laberintos se encontraban toboganes para que los “huéspedes” (cuerpos) pudieran acceder a un sótano con tinas de ácido y cremación.
Por último y como explicó la policía más adelante, de forma disimulada y bajo el entarimado existía una instalación eléctrica que le permitía seguir en un panel en su despacho cada desplazamiento de sus futuras víctimas. Por cierto, con abrir unos grifos de gas podía asfixiar a los ocupantes de algunas habitaciones sin desplazarse.

Benjamín Pitezel.

Erik Larson en su novela de no ficción, The Devil in the White City, describía cómo Holmes atacaba a las mujeres que habían venido a Chicago a trabajar en la feria. Larson decía que si “Jack el Destripador había encontrado a sus víctimas en las pobres prostitutas de Whitechapel, Holmes se fijó en las mujeres pudientes y en las jóvenes libres por primera vez en la historia, aunque inseguras de lo que significa esa libertad y el riesgo que implicaba”.

Una vez que la feria cerró en octubre de 1893, Holmes huyó de los acreedores de Chicago y de una compañía de seguros contra incendios. Lo hizo viajando a través de varios países. El asesino fue capturado poco después, acusado y condenado dos años más tarde por el asesinato de su brazo derecho, Benjamín Pitezel.

El Holmes Castle
El Holmes Castle fue terminado en 1892 y la Exposición Universal de Chicago abrió sus puertas el 1 de mayo de 1893. Durante los seis meses que duró, la fábrica de matar del Dr. Holmes no se desocupó. El verdugo escogía a sus "clientas" con precaución, tenían que ser ricas, jóvenes, guapas, estar solas, y para evitar las visitas inoportunas de amigos o familiares, su domicilio tenía que estar situado en un estado lo más alejado posible de Chicago.

El castillo de Holmes. 

Exhumando El Cuerpo De ¿Holmes?
La exhumación de uno de los mayores asesinos de la historia podría demostrar que enterraron al tipo equivocado.
Actualmente y según los análisis de los forenses se cree que Holmes tuvo más de 200 víctimas, aunque confesó 27 y otros expertos creen que la cifra es mucho más baja. Lo cierto es que mientras estuvo encarcelado escribió una diario de 256 páginas, su propia historia de los hechos con la que intentó convencer al público de su inocencia antes de que fuera condenado.

Holmes fue ahorcado por su crimen en Filadelfia. Se supone que lo ejecutaron en la horca apenas nueve días antes de su 35 cumpleaños, el 7 de mayo de 1896. Sin embargo, desde ese momento los rumores no han persistido. ¿Era realmente él o el asesino logró escapar de la muerte?
Dado su historial y sus artes expertas para evadirse los rumores surgieron poco después de su muerte. De haber conseguido escabullirse se cree que pudo escapar a Sudamérica pero, ¿es eso posible?

Según los datos históricos antes de su ejecución pidió un “ataúd doble-profundo” cubierto con cemento húmedo para evitar que sus restos pudieran ser “robados y disecados”. Los periódicos escribieron que la ejecución de Holmes fue “espantosamente científica, metódica y expedita”.

H. H. Holmes. 

El problema es que tratándose de Holmes se corrió el rumor de que pudo fingir su muerte. Tales teorías de la conspiración implicaron al médico sobornando a funcionarios en la prisión para substituir un cadáver a su propio cadáver y huir a Sudamérica. 

Según contaron los medios, dos horas después de su muerte partía del patio de prisión un vagón funerario que contenía un ataúd con el cuerpo de Holmes (o quizás con Holmes vivo). Para añadirle más misterio poco después aparecía la figura de Robert Lattimer, un hombre en su momento de confianza de Holmes, que afirmaba haber visto cartas que demostraban que el médico había engañado a sus abogados, al cura y a los funcionarios de la cárcel para enterrar a un hombre muerto en su lugar. Es curioso, porque Lattimer fue una de las personas que Holmes aseguraba haber matado, una prueba más de las mentiras que dijo antes de morir.

Sea como fuere, Lattimer nunca enseñó tales cartas, aunque afirmaba que Holmes escapó a un hotel a Nueva York para más tarde perderse en una ciudad de Paraguay. Nada de esto ha podido ser confirmado.

Cementerio de Holy Cross de Filadelfia.

Conclusión
Hasta el día de hoy, aunque con pequeños cambios a lo largo de los años, la historia de Holmes llego de nuevo. Así ha sido también como finalmente los bisnietos del médico, John y Richard Mudgett y Cynthia Mudgett Soriano, han acabado solicitando a la Corte del Condado de Delaware que exhumara el cuerpo el año pasado.

Los documentos de la corte hablan de los rumores familiares donde se incluyen historias de que Holmes “logró escapar de algún subterfugio y que alguien más fue ahorcado y enterrado en el sitio de su tumba”. Finalmente el 9 de marzo del 2017 el Tribunal del Condado de Delaware concedió el permiso para la exhumación del cuerpo del asesino y encargó a los investigadores un análisis del ADN. Según dice la orden:

Por orden de la corte, los restos serán enterrados de nuevo en el mismo cementerio, sin importar si esos restos son o no los de Holmes.

¿Qué llegara a ocurrir, si no es el cuerpo del asesino? 
Como se aprecia en la orden, sea o no su cuerpo, los restos serán enterrados en el mismo sitio en un plazo de 120 días. 
La única diferencia es, que si las pruebas de ADN demuestran que el cuerpo es de otra persona los bisnietos tendrán que pagar por el entierro y los daños materiales.

Esto fomentara que la terrorifica historia del personaje aumente muchisimo mas. Con preguntas tales como: 
  1. ¿Qué hizo desde entonces?
  2. ¿Dónde murió? 
Aunque lo más relevante es que nunca se conocera el número exacto de asesinatos que se llevaron acabo en aquel castillo del terror. 

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