En Cali, una de las leyendas mas conocidas es la de una noche que el mismo satanás salió del infierno para irse a bailar a Juanchito. Esta es, en definitiva, una de las leyendas caleñas más recordada.
Posiblemente la historia date de la época de los sesentas o setentas. Cuando estaba la salsa en su pleno apogeo.
Cuentan los que saben que una vez llegó a una de las discotecas de Juanchito un hombre increíblemente apuesto. Era tan apuesto que incluso la música dejó de sonar por unos segundos en cuento el entró.
El hombre se pavoneó por unos instantes, vestido de blanco impecable (hasta los zapatos, símbolo de que era un buen bailarín) y sacó a bailar a una de las jóvenes que estaba en el lugar.
La salsa brava salía despedida de los parlantes y el hombre bailaba cada vez más rápido. Pronto fue evidente para todos que tal velocidad no podía ser humana. Entonces un olor a azufre empezó a invadir la atmósfera. Y cuando la mujer vio los pies de su pareja se dio cuenta que de estos salía humo y se habían convertido en patas, como las de las cabras.
Ella trató de soltarse, pero el hombre, al que ya le habían salido cuernos y de sus ojos brotaba candela pura. Este la apretó contra si para desaparecer justo después de besarla. En el lugar del beso le dejó una quemadura que se extendía desde su boca, hasta el cuello.
Fuente:
"Posiblemente la historia date de la época de los sesentas o setentas" Esto sucedio en los años 90s y no es una leyenda fue real.
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